jueves, 1 de marzo de 2018

Capítulo 5


Capítulo 5

 

Y llega un momento en que otra vez mi abuelo pide cambio de destino, siempre con la idea de ir acercándose a Santander, y terminan en Burgos.

 

Hacen la mudanza aprovechando las vacaciones. Ese verano mi tía hace la Primera Comunión en la Iglesia Santa Lucía, al igual que mi padre, y cuando tienen que incorporarse al colegio ya lo hacen en Burgos. Mi padre, de nuevo, al Colegio La Salle y mi tía a uno de monjas, el Colegio Saldaña, que era de la Congregación de Nª Sra. de la Visitación.

 

La ciudad de Burgos es  llamada “Cabeza de Castilla” por su importancia histórica en la formación y desarrollo del Reino de Castilla.

  

Es una ciudad con una gran riqueza patrimonial, tanto desde el punto de vista histórico-artístico como monumental.

 

Tiene un casco histórico rico en casas señoriales, Palacios, Iglesias, Conventos, etc., con su majestuosa Catedral como monumento principalísimo, una de las más importantes catedrales góticas de España, todo ello rodeado por las murallas antiguas de la ciudad, con sus puertas y arcos de entrada a la misma, de las que todavía se conservan algunos ejemplos, y vigilado todo el desde un cerro por su castillo.

 

La ciudad de Burgos ha sido testigo de la historia política de Castilla primero y de España después, y de los principales conflictos bélicos de nuestro país, desde la Reconquista hasta nuestra guerra del 36 pasando por las guerras medievales entre Castilla y sus vecinos León o Navarra, las guerras civiles castellanas, la guerra de los Comuneros, la guerra de Sucesión de España, la guerra de la Independencia, las guerras Carlistas, etc,.

 

Por su antigüedad, por su devenir histórico, por su importancia como cabeza de Castilla, por su riqueza patrimonial, etc., Burgos adquirió a lo largo de los siglos gran importancia, no solo en lo civil y lo social sino también en lo religioso y militar, por lo que con el paso de los siglos se fue convirtiendo en una ciudad en la que, en palabras de mi padre y lenguaje coloquial, “no había más que curas y militares”, dado el gran número de iglesias, conventos y cuarteles que llegó a haber.
 



 

Allí empiezan a vivir en un piso antiguo muy cerca de la Iglesia de Santa Águeda y de la Catedral.

 

La Iglesia de Santa Águeda fue conocida en la antigüedad como de Santa Gadea y fue donde, según la leyenda, el Cid Campeador hizo jurar al Rey Alfonso VI que no había tenido nada que ver con la muerte de su hermano, el anterior rey Sancho, en el asedio de las murallas de Zamora.

 

Desde ese piso hasta el colegio, mi padre iba andando una distancia en línea recta que sería aproximadamente como la que hay entre Cuatro Caminos y la C/Burgos.

 

Al cabo de un año más o menos, les asignan un chalet de dos plantas con un pequeño jardín delantero y otro un poco mayor trasero, en la Barriada Militar.

  

La llamada Barriada Militar era un espacio en el que se había construido una gran urbanización, que diríamos ahora, formada por dos partes, una zona de chalets adosados de distinto tamaño pero todos con jardines por delante y por detrás, y una segunda zona de edificios de pisos, también de diferentes tamaños.

 

Los distintos tamaños, tanto de unos como de otros, obedecían a los diferentes empleos de los militares, de tal forma que los más pequeños correspondían a los suboficiales y los más grandes a coroneles y generales.

 

Esta barriada militar tenía su propia parroquia castrense en la zona de transición entre chalets y edificios, y tenía también un economato militar en la zona de edificios, en los bajos de uno de ellos, donde se adquirían los alimentos a un precio más económico que en el comercio normal.